Una pasión por el queso que lleva a respetar aquellos sabores y elaboraciones más tradicionales que definen a este producto pero también a innovar con propuestas diferentes. Así se puede resumir la historia de Quesos de Sasamón. Un delicado equilibrio entre pasado y futuro que ha dado luz a una veintena de variedades desde clásicos como el Don Pepito, el Peña Amaya o el Señorío de Amaya, ampliamente premiados en los World CheeseAwards, a sabores auténticamente rompedores y que están haciendo historia.
En el ámbito de las novedades se enmarcan tres nuevas creaciones, una pensada para quienes quieren o deben cuidarse un poco más -el queso mantecoso tierno de mezcla oveja y vaca bajo en sal- y otras dos -queso con higos y queso con cebolla caramelizada- mirando a las fechas navideñas que ya están aquí. El primero ya está en el mercado y los otros dos saldrán se comercializarán a inicios de diciembre.
No son las únicas innovaciones en las que trabaja la familia Sadomil. En la actualidad están ultimando una variedad elaborada con leche de oveja y cecina en colaboración con una empresa gallega y se está investigando la posibilidad de producir queso con uno de los alimentos de moda: las algas.
Dos nuevas clases que se suman a las lanzadas al mercado en los últimos años, el de cerveza, el de vino de Jerez o el de trufa. Sin olvidar una de las últimas grandes innovaciones de Quesos de Sasamón: el queso para freír. Una variante de queso de Burgos prensado y con un punto de salazón que aguanta el paso por la sartén y que ofrece una textura sorprendente en boca.
Y como cuando alguien siente pasión por algo, lo mejor es compartirla, la familia Sadomil proyecta ampliar su museo sobre este producto en el antiguo almacén de grano de Sasamón.